Estimados y queridos compañero(a)s.
Se trata de hacer una proclama para compartir, solidaria, que hable del
amor y la fraternidad humana, siempre en contraposición a la vida quieta.
En nuestra existencia nos encontramos con caminos que suben o bajan, según
disponga el día, según el caminante mire al bosque o al mar, según el tiempo
cambie nuestros ojos de viajeros.
En este año transcurrido hemos comprobado que hay caminos que cambian de
colores, otros desaparecen, algunos nacen, se asombran o se enrojecen, según le
cubra el ala del viento de la vida, de nuestro trabajo diario.
Y siempre habrá caminos que sigan o se detengan, que traigan o que lleven,
según nos aproximemos a nuevas propuestas de vida, según vayamos al Norte o al
Sur, según crucemos fronteras, subamos o bajemos.
Y siempre lo importante en nuestras vidas, lo fundamental es no mentir, no
resignarse al oro falso, no caer en la impostura, nunca afirmar que las lluvias
traen paz y la inundaciones beneficios, no instar a nuestra alma a la
mansedumbre ni al inútil orgullo que desvía la luz de la justicia.
Edifiquemos siempre la ilusión, el sueño creíble, con abrazos abiertos y
perennes, de modo que podamos acercarnos a esos sitios en donde reside la
verdad clara, la solidaridad posible, la hermandad necesaria. Reivindiquemos a
Eduardo Galeano cuando nos dice: “La caridad es humillante porque se ejerce
verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo.”
Y para el 2013, hacia el futuro, que nuestras estrellas primordiales sean
el trabajo, la lucha constante y la esperanza, sabiendo que no hay luchas ni
esperanzas solitarias, que en todo hombre o mujer se juntan las épocas malas,
las remotas, las inercias, los errores, los aciertos, las pasiones, las
urgencias de nuestro tiempo, la velocidad de la vida y la historia.
Y en nuestra empresa de Cepsa, en el ámbito que sea nuestra actividad,
escojamos el camino de la responsabilidad compartida, aquella que avanza cada
día enfrentándose a los problemas, lejos de los errores del pasado y cargados
con la ilusión de un futuro mejorable.
Y en lo personal hagamos nuestra la fraternidad de la vida, el amor
compartido, el amanecer ilusionante, la esperanza en un futuro mejor, que dará
luz, justicia y dignidad a todos los hombre y mujeres.
En nombre propio y del Sindicato de las Comisiones Obreras, felicidad y
salud para el 2013.
Nicolás Pérez Plasencia.
COMISIONES OBRERAS
GRUPO INDUSTRIAL CEPSA
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